¿Qué son?
La pérdida o la amenaza de pérdida de un familiar, un amigo, una mascota muy querida o un empleo, un divorcio o la pérdida de la salud por enfermedad son algunas de las peores crisis que podemos atravesar en nuestras vidas, las cuáles nos pueden producir un importante dolor emocional que es preciso elaborar ya que pueden hacer que se altere todo nuestro equilibrio emocional.
Este tipo de situaciones conllevan un proceso de duelo que se caracteriza por una reacción adaptativa natural, normal y esperable de quien lo padece, ante la pérdida de aquello a lo que realmente quiere y de lo que no desea desprenderse.
El «Duelo normal» de por sí no es una enfermedad sino todo lo contrario, es un proceso psicológico muy humano, necesario y adaptativo que debemos de realizar para aceptar y entender nuestra vida tal y cómo será a partir de ahora, sin la persona o sin aquello que acabamos de perder.
El duelo normal puede desarrollarse en diferentes etapas o fases por las que pasamos las personas en un proceso natural de pérdida en el que buscamos recuperar nuestro bienestar y equilibrio emocional.
Sin embargo, en ocasiones, cuando el proceso es demasiado intenso o se alarga en el tiempo, puede cronificarse produciendo lo que se conoce como «Duelo patológico, complicado o duelo traumático»