¿Qué es la ansiedad?

Todo el mundo sabe lo que es sentirse en algún momento de la vida con ansiedad, estar preocupado, nervioso, o asustado o lleno de pánico. Con frecuencia, estos sentimientos suelen ocurrir de manera puntual como respuesta a determinadas situaciones que vivimos en el día a día, sin embargo, si se vive ansiedad o angustia como un estilo de vida, esta puede llegar a incapacitarnos e impedirnos el poder hacer todo aquello que queremos en la vida.

La ansiedad es como una olla a presión donde se guardan las emociones que todos llevamos en nuestro interior. Si en nuestra vida no ocurre nada importante, todo va bien y no surgen problemas por el motivo que sea, lo más probable es que la presión en el interior de nuestra olla no haga necesario que se desaloje el vapor por la válvula de su tapadera.

Sin embargo, si algo ocurre, nos pone nerviosos, preocupa o nos da miedo alterando nuestro día a día, la presión subirá y subirá haciendo que nuestras emociones necesiten que esa válvula de escape funcione correctamente para poder salir de nuestro cuerpo y evitar así que la olla explote.

Hay personas que aguantan más la presión que otras y relativizan mejor las situaciones que generan ansiedad. Sin embargo si ese no es nuestro fuerte, puede que acabemos inmersos en una rutina diaria de preocupaciones que nos van a generar presión en la olla o, lo que es lo mismo, ansiedad.

Cuando surgen situaciones extremadamente complicadas que no sabemos o podemos afrontar dónde no somos capaces de gestionar nuestras emociones, bien porque no nos han enseñado, bien porque no lo hemos aprendido y tratamos de salir adelante y sobrevivir por las prisas y rutinas del día a día, nuestra válvula de escape se acaba obstruyendo impidiendo que salga toda esa presión emocional al exterior. Resumiendo, si una emoción muy grande obstruye la válvula de la olla se alterará la normalidad, y la ansiedad se manifestará en el interior de nuestro cuerpo.

¿Cuál es la función de la ansiedad?

La ansiedad es como una señal de alarma y cumple la función de avisarnos de que algo está alterando nuestra vida y en determinadas situaciones en las que se presenta después de un acontecimiento traumático como la muerte de un ser querido, esta aparece como un elemento protector que cumple con la función de darnos tiempo para asimilar lo ocurrido.

¿Qué formas puede adoptar la ansiedad?

La ansiedad puede adoptar diferentes formas distintas:

  • Por preocupación continuada en el tiempo: donde la persona se preocupa constantemente por todo: la familia, la salud, su carrera profesional, su economía…
  • Por preocupaciones por la salud: personal o de los seres queridos que llevan a la persona a acudir continuamente de médico en médico para comprobar su estado de salud.
  • Por estrés postraumático: cuando determinados recuerdos o imágenes de algún suceso terrible que sucedió hace tiempo como vivir o presenciar una violación, malos tratos, etc., que continúan perturbando su bienestar incluso después de hacer años que ocurrieron.
  • Por miedo o fobia: La persona puede sufrir miedos desproporcionados a determinadas situaciones: a las alturas, miedo a las agujas, a la sangre, a los espacios abiertos o cerrados, a viajar en avión o conducir, al agua, a los insectos, a los perros, a las tormentas…
  • Por ansiedad a actuar: o a hacer algo ante otras personas.
  • Por ansiedad a hablar en público: La persona se pone nerviosa cuando ha de hablar ante un auditorio de otras personas.
  • Por obsesión y compulsión: determinadas formas de pensar obsesiva hace que la persona no consiga quitarse de la cabeza ideas o pensamientos hasta que no realiza la acción que tranquiliza sus miedos. Por ejemplo, puede que tenga miedo a dejarse la luz encendida de casa y tenga el impulso irresistible de comprobar continuamente si estas se han quedado encendidas durante todo el día.

Algunos consejos para el control de la ansiedad:

En cierto modo, nos solemos sentir tal y como acostumbramos a pensar. La ansiedad por decirlo así, es producto de nuestros propios pensamientos y cuando no son fieles a la realidad, cuando son desproporcionados o ilógicos estos consiguen “estafarnos mentalmente” por lo que para cambiar nuestro estado de ansiedad hemos primero de aprender a cambiar nuestra manera de pensar. En el momento en que conseguimos cambiar nuestra manera de pensar, logramos cambiar nuestra manera de sentirnos pues cada pensamiento puede generar un determinado de sentimiento.

Ahí van algunos estilos de pensamiento que puedes tratar de aprender a cambiar para evitar la ansiedad:

  • La preocupación por el futuro o de lo que ocurrirá,
  • La preocupación por lo que piensan los demás,
  • La magnificación o pensamiento exagerado de las consecuencias que una situación puede tener,
  • Los pensamientos del tipo «Debería» si te los dices de forma frecuente,
  • El pensamiento de ponerte etiquetas del tipo: soy «idiota», «tonto» o «fracasado»,
  • El pensamiento de Autoinculpación.

Si te reconoces en alguno de estos estilos de pensamiento y notas que la “válvula de tu olla a presión” esta obstruida y no deja salir esas emociones que te generan malestar, puede que necesites ayuda de un profesional de la psicología

y recuerda:

  • Aprender a cambiar tu manera de pensar te ayudará a cambiar tu manera de sentirte.
  • Si descubres las mentiras de que tus pensamientos te dicen, tus miedos desaparecerán.
  • Tu miedo termina cuando tu mente se da cuenta que es ella la que crea ese miedo.

Nuestro objetivo en psicoterapia es reducir el sufrimiento de la persona que padece ansiedad lo antes posible.

Contacta e infórmate de como podemos ayudarte:

Cargando ...