¿QUÉ ES LO QUE SABES SOBRE LAS EMOCIONES?
A menudo tenemos miedo de sentir nuestras emociones porque no queremos sentir dolor. La soledad no intencionada y no deseada ante emociones abrumadoras está en el epicentro del sufrimiento emocional y es que, cuando no nos sentimos solos, cuando nos sentimos acompañados, nuestro sistema nervioso mejora. Con ayuda, somos capaces de sentir y de soportar mejor. Por consiguiente, un objetivo principal es «deshacer» la soledad que nos pueda estar afectando, porque lo que resulta demasiado abrumador para gestionar solos, se vuelve mucho más manejable cuando lo hacemos junto a una persona afectuosa.
Las emociones si se gestionan mal, pueden provocar síntomas psicológicos como depresión o la ansiedad.
La vida es dura y todos sufrimos en algún momento de nuestras vidas. Los seres humanos modernos experimentan más estrés, cargas, vacío, ansiedad, autocrítica y depresión que nunca y sin embargo la mayoría de nosotros no sabemos cómo lidiar efectivamente con las emociones.
En lugar de eso, nos esforzamos en tratar de evitarlas lo que nos provoca síntomas de angustia mental, como depresión y ansiedad. Evitar las emociones no funciona a largo plazo.
Las emociones son fuerzas poderosas que, en un instante, se apoderan de nosotros y nos hacen sentir cosas, hacer cosas, y reaccionar de maneras que a menudo son perjudiciales.
Pero las emociones no pueden ser ignoradas sin tener consecuencias, nuestra cultura nos enseña a ignorar y evitar las emociones.
Evitar las emociones tiene múltiples costes y si, por el contrario, las escuchamos, nos dicen lo que queremos y necesitamos y lo que es malo para nosotros.
Cuando estamos desconectados de las emociones, sufrimos soledad, porque las conexiones con nosotros mismos y con las personas que queremos se enriquecen mediante la empatía que actúa como pegamento emocional.
¿PARA QUÉ NOS SIRVEN LAS EMOCIONES?
Las emociones nos ayudan a navegar por la vida, son respuestas inmediatas al entorno presente:
- Ante una amenaza física, se desencadena el miedo.
- La ira nos protege haciéndonos luchar en defensa propia.
- La tristeza es la emoción fundamental que sentimos cuando sufrimos pérdidas, como la pérdida de nuestros seres queridos, su objetivo es hacernos parar para que podamos tener tiempo para poder integrar la pérdida sufrida.
- Cuando logramos conectar con los demás de maneras enriquecedoras, la alegría nos empuja a implicarnos más, para que crezcamos, nos expandamos y evolucionemos como seres humanos.
Y he aquí algo muy importante en todo esto, y es que: nuestro cerebro pensante nos deja tiempo para pensar cómo queremos responder, pero nuestro cerebro emocional simplemente “responde”.
¿PERO ENTONCES ES BUENO SER MUY EMOCIONAL?
A pesar de necesitar las emociones para vivir de manera efectiva, por otro lado, también pueden causarnos problemas si se vuelven muy intensas y es que, necesitamos las emociones, pero también nos pueden hacer daño, por eso la evolución de la mente humana nos ha dotado de una habilidad increíble para ignorarlas que llamaremos «defensas».
Esta habilidad nos ayuda a utilizar «defensas» para poder seguir adelante: trabajar, alimentar a nuestra familia, garantizar nuestro cobijo y satisfacer otras necesidades básicas. Pero al igual que pueden ser útiles de forma puntual, los investigadores saben ahora que bloquear las emociones –con el uso continuado de las defensas– es perjudicial para la salud física y mental.
Las defensas son conductas que habitualmente utilizamos de forma aprendida cuando nos invade alguna emoción que no que deseamos sentir y que inhibimos mediante conductas como:
- no escuchar y desconectarse,
- cambiar de tema,
- usar la agresividad,
- trabajando en exceso
- siendo perfeccionistas, etc…
Las emociones bloqueadas provocan depresión, ansiedad y una gran variedad de otros síntomas psicológicos causados por el estrés crónico aumentando la cantidad de hormona del estrés corticosterona en sangre y asociándose con enfermedades cardíacas, dolor de estómago, cefaleas, insomnio y trastornos que disminuyen el sistema autoinmunes entre otros.
¿Y ENTONCES COMO PUEDO APRENDER A GESTIONAR MI ESTADO EMOCIONAL?
En las sesiones de terapia te enseñaremos a identificar y tomar conciencia de tus defensas e identificar y aceptar las emociones que estás bloqueando y que te pueden estar generándote síntomas de ansiedad, culpa o vergüenza, etc… y que no te permiten llevar una vida más placentera, en busca de tus necesidades y deseos reales.
Referencia: Hendel (2018). It’s Not Always Depression: Working The Change Triangle To Listen To The Body, Discover Core Emotions, And Connect To Your Authentic Self
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